Las causas de la EP pueden ser tanto físicas como psicológicas, y a menudo es una combinación de ambas. Esto puede incluir:
Factores psicológicos: Estrés, ansiedad, depresión y experiencias sexuales anteriores.
Factores físicos: Desequilibrios hormonales, inflamación o infección en la próstata, y condiciones neurológicas.

La EP no es simplemente algo con lo que deba aprender a vivir; es una condición tratable. Nuestro enfoque incluye:

Evaluación integral: Identificar la causa subyacente de su EP.

Terapia individual o de pareja: Trabajar con un terapeuta especializado puede ayudar a abordar las preocupaciones emocionales y las dinámicas de la relación.
 

Técnicas de control: Nuestros especialistas le enseñarán métodos específicos para aumentar su control sobre la eyaculación.
 

Medicación: Si es adecuado, la medicación puede ser una parte efectiva del tratamiento.